La carta internacional de Comercio Justo

Carta internacional de comercio justo

“El Comercio Justo está basado en modos de producción y comercialización que anteponen a las personas y el planeta frente a los beneficios económicos.”

SOBRE LA CARTA INTERNACIONAL DEL COMERCIO JUSTO

En todo el mundo y durante muchos siglos, las personas han desarrollado rela- ciones económicas y comerciales basadas en el beneficio mutuo y la solidaridad. El Comercio Justo aplica estas ideas a los desafíos contemporáneos del comercio internacional en un mundo globalizado.

El movimiento de Comercio Justo se compone de individuos, organizaciones y redes que comparten una visión común de un mundo en el que la justicia, la igualdad y el desarrollo sostenible son el centro de las estructuras y prácticas comerciales para que todos, a través de su trabajo, puedan mantener un estilo de vida decente y digno y desarrollar su pleno potencial humano.

World Fair Trade Organization y Fair- trade International han iniciado el pro- ceso de redactar esta Carta, a partir de consultas a otros actores, con el objetivo de elaborar un documento de referen- cia común para el movimiento global de Comercio Justo. La Carta pretende ayudar a los actores del Comercio Justo a explicar cómo sus trabajos están vincu- lados a los valores compartidos y a un enfoque genérico, y a quienes trabajan con el Comercio Justo, a reconocer esos valores y enfoques.

El comercio mundial ha crecido espectac- ularmente en las últimas décadas. Esto ha contribuido al crecimiento económico en muchos países, pero los beneficios no han sido compartidos de manera equitativa. Los modelos de comercio promovidos por las instituciones mundiales y las grandes corporaciones no han cumplido su prome- sa de eliminar la pobreza y han causado niveles de desigualdad sin precedentes.

Los mercados suelen estar dominados por un puñado de firmas internacionales que tienen el poder de fijar los términos comerciales para sus proveedores, obligando a bajar los precios, a menudo, a niveles por debajo de los costos totales de producción. Esto deja a los/las pequeños/as productores/productoras (en muchos casos las organizaciones no son pequeñas, sin embargo los/las productores/productoras que trabajan para ellas lo son) trabajadores y trabajadoras en una situación vulnerable ante la explotación, y en la necesidad de luchar por ganar un salario digno.